La secuenciación del genoma de estos enormes simios revela que, en algunos aspectos, tenemos más en común con ellos que con los chimpancés, nuestros parientes más cercanos.
Se ha conseguido secuenciar por completo, por primera vez, el genoma del gorila, el último de los grandes simios vivos cuyo «código de barras» quedaba por descifrar. Aunque los chimpancés siguen siendo nuestros parientes más cercanos, las criaturas del planeta con las que tenemos más en común, el reciente hallazgo genético ha revelado que somos mucho más parecidos a los gorilas de lo que creíamos.
Los científicos analizaron más de 11.000 genes para buscar importantes cambios genéticos en la evolución. De esta forma, descubrieron que aunque en general el hombre y el chimpancé son más parecidos, existen ciertos territorios de nuestro genoma en lo que esto no es cierto. El 15% del genoma humano está más cerca del gorila que del chimpancé, y el 15% del genoma del chimpancé está más cerca del gorila que del ser humano.
En peligro de extinción
La investigación también ilumina el momento en el que los gorilas se separaron como especie de humanos y chimpancés, hace diez millones de años. La división entre gorilas occidentales y orientales (entre ellos los famosos de montaña) fue mucho más reciente, en el último millón de años, y gradual, a pesar de que ahora son genéticamente distintos. Esta división es comparable en algunos aspectos con la que se produjo entre chimpancés y bonobos, o entre el ser humano modern0 y los neandertales.
Los gorilas sobreviven en nuestros días en poblaciones aisladas en los bosques ecuatoriales de África central. En peligro de extinción, se encuentran gravemente amenazados y son víctimas de matanzas por razones comerciales. Los científicos creen que esta investigación puede servir para concienciar aún más sobre la necesidad de proteger a estos simios que se nos parecen tanto. Dejar que desaparezcan sería como acabar con una parte de nosotros mismos.
En realidad desde siempre habíamos pensado que nos parecíamos mucho a los monos, de hecho nos identificábamos con ellos. Pero algo que nos han aportado nuevo ha sido que pensábamos que nos parecíamos a los chimpancés, no a los gorilas. En cambio ahora descubrimos que un 15% del genoma del genoma humano está más cerca del gorila que del chimpancé. Algo que no sabíamos y que vamos descubriendo gracias a esta actividad de investigación.
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